Colocación de Gres Porcelánico

sábado, 16 de agosto de 2008




El gres porcelánico, tan usado en construcción, no es de fácil colocación. Es el abecedario del albañil, la primera prueba que se les hace para considerar su cualificación como oficiales de construcción y, sin embargo, no todos los que se someten al examen práctico logran superarlo. Los albañiles se enfrentan a numerosos problemas que aquí tratamos de enumerar y, naturalmente, ofrecer las soluciones pertinentes. Hay albañiles en Barcelona que nos han sintetizado los citados problema y las alternativas para resolverlos.


Los materiales de agarre tradicionales no proporcionan una adherencia suficiente con el gres porcelánico. La causa es la baja absorción de agua, que es una característica básica del gres porcelánico, que complica la adherencia mecánica del cemento. El uso, los contrastes térmicos, las dilataciones, etc., ocasionan desprendimientos y levantamientos. Los grandes formatos, superiores a 30x30 cms., presentan curvaturas propias de fabricación, circunstancia que disminuye la superficie de contacto con el material de agarre, agravando el problema. Por último, su gran dureza y resistencia permite su uso en locales industriales con gran tránsito y exigencias mecánicas elevadas, por lo que es necesario asegurar su perfecta adherencia al soporte. Nuestros albañiles, los de nuestra empresa de reformas, saben perfectamente que estos problemas son solubles.



Primero, hay que afrontar el problema de la preparación del soporte. Para ello, procede comprobar que el maestreado está seco y bien adherido. Y que, además, sea consistente. Los albañiles tienen que verificar que la humedad del soporte no sea alta.



La aplicación de un mortero cola de ligantes mixtos, o de mortero cola especial, extendido sobre el soporte y peinado con una llana dentada, supera el primer gran obstáculo. El buen albañil, el que utiliza este procedimiento, sabe que mediante el mismo obtiene una adherencia más que suficiente del gres porcelánico en el soporte. Una vez hecha esta operación, procede colocar las piezas de gres porcelánico y presionarlas hasta conseguir el aplastamiento de los surcos. El paleta con experiencia opta, en estos casos, por dejar siempre juntas entre piezas de tres milímetros, por lo menos. Después de veinticuatro horas, los albañiles deben rellenar las juntas. En un período de tiempo que oscila entre uno y dos días, según el uso y el tráfico a que se someterá el pavimento, estará en condición de ser utilizado el gres porcelánico, sin ningún tipo de riesgos.

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