El roble rojo: La gran alternativa

viernes, 12 de septiembre de 2008

Vuelve el roble. Estuvo de moda hace algunos años y, tras un corto período en el que su consumo descendió, ahora retorna con renovados potenciales. Los interioristas están seguros de que, durante este año, los pavimentos de roble de mayor calidad experimentarán un fuerte crecimiento. Los responsables de reformas, diseño e interiorismo siguen prefiriendo pavimentos de apariencia clara y limpia. La guinda del pastel es que el roble resulta económicamente competitivo.

La gran novedad estriba, sin embargo, en el roble rojo. Es mucho más barato, por supuesto. Y es la madera más abundante en los bosques de Estados Unidos, por citar un caso. En el mercado actual, tan competitivo y global, los fabricantes de suelos necesitan una ventaja competitiva y, en esta especie, se descubre un roble muy asequible, ampliamente disponible e ideal para la producción.



Muchos fabricantes siguen sin estar convencidos de que el mercado vaya a aceptar un roble con un nuevo aspecto. Sin embargo, teniendo en cuenta las crecientes evidencias que tanto a los consumidores como a los interioristas les gusta el aspecto de este tipo de madera y al hecho de que, en muchos casos, resulta difícil diferenciarlo del roble blanco, una vez que se le ha aplicado el acabado, el mayor consumo de roble rojo está garantizado. Un importante ahorro y una variación estético que potenciará, sin duda, el uso del roble.

El Ladrillo

La invención del ladrillo supuso un gran avance en la historia de la construcción. El ladrillo desplazó a materiales como el acoge o la piedra, mucho más costosa y pesada.

Este elemento básico para el albañil está compuesto por masa de barro o arcilla cocina. Tiene forma rectangular. El ladrillo y el cemento, aliados y compañeros, forman la columna vertebral de la obra nueva e, incluso, de la reforma.

La gran variedad de diseños, texturas, formas y colores de los ladrillos permiten que actualmente éste se haya convertido, también, en elemento decorativo muy utilizado en interiorismo.



En cuanto a su composición, los ladrillos se dividen en cuatro grandes grupos:

Macizos.- Son ladrillos planos con una de sus caras más baja para que albergue en su desnivel el material de agarre.

Especiales.- Son aquellos que, por sus distintos formatos, se adaptan a cualquier espacio. Son ideales para rematar ciertos trabajos. Los hay con doble canto, terminados en curvas, con ángulos esquinados y con puntas redondeadas.



Perforados.- Tiene agujeros que les atraviesan, lo que permite que el agarre traspase el ladrillo entero, de manera que se fusionan diferentes piezas como si fuesen una.

Huecos.- Constituyen una muralla contra las humedades. Su peso es muy reducido y tienen múltiples aplicaciones en la construcción, como levantar dobles muros entre los cuales insertar el material aislante o impermeabilizante.

Existe una amplia gama de colores a la hora de elegir un tipo de ladrillo visto que le dé un buen aspecto a la construcción. El cromatismo puede varias desde tonos ausentes de color, como el blanco o el negro, hasta el rojo o el púrpura.